Balance trágico del paro armado del ELN en el Chocó

Terrible balance del paro armado del ELN en el Chocó

El Frente de Guerra Occidental del ELN decretó un paro armado en la cuenca del Río San Juan en el Chocó, que como una gran concesión fue levantado el lunes a primera hora. El Ejército Gaitanista de Colombia, que ha enfrentado militar y con acción social al ELN en el Chocó y en otras zonas del país, cree que es necesario que la sociedad colombiana y la comunidad internacional, reflexionen sobre las sombrías consecuencias que estas acciones de la guerrilla tiene sobre la población más vulnerable del país, que son las comunidades étnicas que habitan la ribera de los ríos en el Chocó.

Es sabido que el departamento del Chocó es uno de los más pobres de Colombia, pobreza que golpea con dureza especialmente a los niños, mujeres en estado de gestación y adultos mayores. Un territorio rico en metales preciosos, especies maderables, pesca, agoniza en medio del desinterés del resto de la sociedad, a quien no le interesa pagar la inmensa deuda social que se tiene con sus miles de habitantes, que han vivido en sus tierras, en armonía con la naturaleza en medio de las precariedades.

De manera desvergonzada, el ELN esgrimió inconsistentes argumentos para justificar lo que no tiene excusa ninguna y agravar aún más la ya de por sí calamitosa situación de los habitantes de la cuenca del río San  Juan, de forma soberbia, prepotente, altanera, prohibió la movilidad por los ríos San Juan, Sipí y Cajones, sabiendo muy bien que de esa manera estaban condenando al confinamiento a más de cincuenta mil habitantes. Eso es escandaloso, pero lo que más llama la atención es la muy tibia reacción del gobierno nacional, y de sus delegados en la mesa de diálogos con la guerrilla.

Porque lo que no debemos olvidar es que el ELN se encuentra adelantando un proceso con el gobierno nacional, pese a lo cual sus acciones en contra de la población civil continúan con crudeza en todo el territorio nacional, como lo demuestra el caso del Chocó, en medio de total impunidad. Es más, el comandante de las fuerzas militares alcanzó a hablar hasta de reanudar los bombardeos en contra del ELN, lo que fue desautorizado de forma tajante y desobligante por los delegados del gobierno en la mesa de diálogos, Vera Grabe e Iván Cepeda.

Conviene recordar que el paro armado ocasionó la muerte de tres personas, una niña de pocos meses de nacida, y una madre en avanzado estado de gravidez.

Igualmente, la parálisis no solo de todas las actividades económicas de toda la región del San Juan, sino muy particularmente la imposibilidad de adelantar las labores académicas de miles de niños y jóvenes. En una región con alta deserción escolar, este tipo de acciones incentiva el ausentismo y desanima a la comunidad educativa.   

La crisis humanitaria fue y es de gran envergadura, con comunidades completamente aisladas, sin acceso a alimentos básicos ni a atención medica primaria, que es a lo que pueden acceder.

¿Quiénes son los culpables de esta dramático escenario? Obviamente que en primera instancia el Frente de Guerra Occidental del ELN, pero no ellos únicamente. El gobierno nacional, presionado por la necesidad de conservar a toda costa un proceso que no avanza, tampoco ha tenido las respuestas adecuadas. Trasladar transitoriamente miles de efectivos de las fuerzas armadas a la ribera de los ríos, que muy pronto se irán para otras latitudes, puede que sea muy vistoso para las cámaras de los noticieros de la televisión, pero no altera sustancialmente el entorno.

El Ejército Gaitanista de Colombia, persiste y persistirá en controlar la amenaza guerrillera que se cierne sobre los humildes habitantes del Chocó. Estos paros armados, así afecten tanto a la población, no son una exhibición de fuerza, sino de debilidad, porque al ELN ya no le queda sino el terror para tratar de ganar notoriedad, en medio del rechazo generalizado de las comunidades.

Montañas de Colombia, agosto 21 de 2024

Equipo

Dirección Política Nacional

Ejército Gaitanista de Colombia

Visitas: 345